jueves, 12 de junio de 2014

LAS RABIETAS



Bueno he decidido dedicar esta entrada a un tema que me parece muy interesante y a la vez creo que bastante complicado de controlar si no se hacen bien las cosas, son las famosas “rabietas”, voy a comenzar hablando de cómo se crean, como es el proceso por el cuál aparecen las rabietas y a continuación explicaré pautas que podemos seguir para evitar que aparezcan o aprender a controlarlas y que disminuyan y más tarde desaparezcan, espero que os resulte interesante y os sirva de ayuda.

Como aparecen las rabietas y su  proceso.

Normalmente nos encontramos con la siguiente situación:

1º En los primeros meses de vida atendemos de forma natural y de manera rápida una serie de comportamientos infantiles (lloros, caras tristes, vómitos…). Nadie lo duda, son indicativos de que algo pasa y con nuestra atención buscamos la supervivencia y bienestar físico y anímico del niño. Es un ser indefenso y hay que atenderle. Está situación se puede mantener hasta los 2 años, 3, incluso más.

2º Durante este tiempo el niño está aprendiendo que una gama de comportamientos son siempre atendidos.

3º De manera natural (en principio, no premeditadamente) el niño hace uso de esos comportamientos llamativos (lloros, quejas…) cuando quiere que le atiendan. En muchas ocasiones no hay un peligro real, pero consigue que le atiendan.

4º El niño sigue "reaprendiendo" que esos comportamientos consiguen atención.

5º De manera natural (en principio, no premeditadamente) hace uso de esas conductas de llamar la atención cuando no consigue lo que desea. Por ejemplo: chuchería, más tiempo de TV. El resultado más frecuente es que consiga lo que desea.

6º La repetición de estos comportamientos y de la obtención de lo deseado le enseña algo nuevo: la voluntad de los adultos se puede doblegar si se hace uso de las respuestas adecuadas como lloros, gritos… A estos comportamientos los podemos llamar ahora rabietas. Esta secuencia de aprendizajes se puede ir complicando de maneras muy diferentes según los casos.

7º En un momento determinado del proceso le indicamos verbalmente que la rabieta no es un procedimiento correcto para pedir las cosas. Él dice que “vale, tienes razón, no lo volveré a hacer”. Sin embargo, nuestra satisfacción de ver que hemos conseguido que nos entienda pronto se ve truncada. Él sigue cogiendo muchas rabietas y además en los momentos más inoportunos.

8º Nos empezamos a disgustar y puede que también a preocupar, y nos preguntamos que podemos hacer.


Como tratar las rabietas.



Plan general: Explicarle


. Si explicando y razonando con el niño se consigue acabar con la rabieta, el problema habrá acabado.

. Si aún explicando y razonando no se consigue acabar la rabieta, tengo que utilizar algún procedimiento técnico para cambiar su comportamiento.

Técnica básica

. Si teniendo una rabieta el niño no consigue lo que quiere, aprenderá que para obtener algo, la rabieta no es eficaz.

. Si teniendo un comportamiento socialmente aceptable obtiene lo que desea, aprenderá cómo se puede obtener lo que desea.

. Así irá cambiando su “mal comportamiento” por uno socialmente aceptable.

Técnica completa.

. Tener muy claro el plan de trabajo: qué voy hacer, como y por qué.

. Estar muy atento y atender bien los comportamientos correctos.

. La rabieta no debe tener éxito.

. Constancia. La rabieta no debe tener éxito nunca (o casi nunca).

. Que todas las demás personas hagan lo mismo: padres, tutores, abuelos…

. Calma. No debe ver que me altero.

. Debo dale claramente otra alternativa para conseguir lo que quiere (ejemplo: pedirlo por favor, pedir menos, esperar a que se termine de hablar…)

. Si lo pide mejor que anteriormente debemos de ser generosos.

. Después de que pase la rabieta actuar con toda naturalidad, como si no hubiera pasado nada.
Tampoco hablar del tema de las rabietas.

. Si, al no atender la rabieta, el niño inicia comportamientos muy incorrectos o peligrosos que no son la rabieta, corregirlos como haríamos en cualquier otra situación. Ya no estamos en una rabieta estamos en agresiones, falta de respeto, insultos, peligros, etc.…

. En algunos casos estaría indicado aplicar una sanción suave, por ejemplo: “quédate sentado hasta que se te pase”. ¡Ojo! No se debe decir: "a pensar"... o a la "silla de pensar", pensar es muy bueno, así que "segundos fuera" me gusta más, y creo que es lo correcto ;-)

Kids-Hourglass-Punishment-Stool.jpg


. Si por circunstancias determinadas hay que atenderle, hacerlo de una manera prudente y no de forma efusiva.





¡Gracias por leerme!






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