ROSAS DE REGALIZ

            

La primera vez que hice estas rosas fue para la boda de Mariajo y Gerardo querían algo especial para compartir con sus invitados durante el baile, y buscando buscando en internet vimos unas flores parecidas a estas.

Cuando intenté hacerlas no me gustaba como quedaban (demasiado planas, se hacían simplemente enrollando la lengua de gato), así que fui probando hasta dar con una forma más vistosa pero igualmente sencilla de hacer.

Desde entonces las he hecho alguna vez más, la última este fin de semana para regalar a mis compis por el día del libro os dejo paso a paso, para que todo podáis hacerlas en un pispás.

Son siempre un éxito, os lo aseguro, dejaréis a quien las reciba con la boca abierta.

INGREDIENTES:

- Lenguas de gato rojas.
- Gominolas de plátanos verdes para hacer de tope.
-Gominolas de forma de manzana.
- Palitos de brocheta (hay que mojarlos para ensartar mejor las chuches).

OPCIONAL:

- Una maceta o lapicero
- Porexpán
- Bolsitas para embolsar.

IMPRESCINDIBLE:

- Paciencia.
 De cómo se hacen hay muy poco que decir, una imagen vale más que mil palabras.

Empezaremos pinchando la gominola, éste caso los plátanos que hará de tope en  el palito de brocheta. Os recomiendo hacerlo por la parte que no tiene punta, para evitar accidentes con los "tragones". 

Luego pinchamos la manzana y finalmente cogemos una lengua de gato roja (entera) y empezamos a enrollar, sólo un par de vueltas, para hacer el capullo de la flor.

Luego seguimos enrollando, pero también girando a la vez, para darle volumen a la rosa.
A lo mejor no os sale a la primera, pero haciendo un par de pruebas sale enseguida.

Cuando hayamos casi acabado la tira, ponemos el trozo final bajo la rosa, para que al pincharla quede bien sujeta y no se deshaga.

Y nuestra primera rosa está lista. Así de sencillo.

Ahora es cuando nos debemos armar de paciencia, si queremos hacer un ramo frondoso necesitaremos bastantes flores, pero como es algo que podemos hacer a ratitos, se hace muy llevadero, aunque es muy mecánico.

Podemos hacer una flor sencilla, un ramillete, o ponerlas en una maceta, que a mi personalmente es como más me gustan.

Rellenaremos la maceta escogida con porexpán (o incluso piedrecitas o arena) e iremos pinchando las flores en ella, con cuidado de que queden bien repartidas y no queden huecos o zonas muy cargadas.

Como os decía nadie queda indiferente ante este ramito de flores... y es que es un regalo muy dulce.

Gracias por leerme y feliz día del libro!