Una despensa bien surtida es fundamental para que cada día puedas comer de forma variada, para no quedarte sin ideas ni cenar siempre lo mismo... y para ahorrar dinero, ya que evitarás el tener que ir a "la tienda del olvido", como llamo yo, esas tiendas abiertas 24 horas.
Organización.
En la medida de lo posible, procura guardar cada alimento con sus similares siempre juntos: pastas y arroces, harinas, azúcar, sal y otros básicos; conservas de verduras; salsas; aceite y vinagre; leche; atún, sardinas y otras conservas, etc.
Rotación y limpieza.
Cada vez que se reponga un alimento se debe colocar al fondo y se va adelantando el resto, así siempre consumirás las más antiguas. Y cuando repongas ve limpiando las latas y recipientes nuevos.
Pasa lista.
Revisa periódicamente la despensa, para detectar aquello que se haya terminado para reponerlo y evitar, al mismo tiempo, que haya duplicidades. Así nunca te quedarás sin reservas.
Botes etiquetados.
Los envases de papel y cartón se pueden romper... es mucho mejor si pasas su contenido a un bote con cierre hermético de buena calidad. Eso sí, en este caso es muy importante que lo etiquetes con la fecha de caducidad. Un truco muy útil, es recortar la información nutricional del paquete original, apuntar la fecha de caducidad, y meterlo dentro del bote hermético junto al producto. Y siempre pongo una hoja de laurel en la harina y legumbres, para que no le salgan bichitos.
Revisión a fondo.
Es importante hacer una vez al año una limpieza en profundidad. Vaciar toda la despensa, limpiar y organizar de nuevo todo lo que tengas.
Espero que os sirva de utilidad gracias por leerme!
Muy útil, gracias!!!
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